Los resultados no se deben esconder y deben ser compartidos, tanto en los momentos buenos como en los malos. No hay que esconderlos, ni maquillarlos, hay que analizarlos para poder establecer acciones que ayuden a mejorarlos.
2019 ha sido un mal año. Por dos motivos principalmente: El primero, reducir en una persona los puestos de trabajo y tener que decir “agur” a un excelente compañero y profesional. A mí, como responsable de mi propia empresa es lo que más me duele, y solo puedo dar las gracias a Carlos.
El segundo motivo es afrontar el primer año en pérdidas desde la creación de la empresa hace más de 5 años. Jamás había cerrado un ejercicio en pérdidas. Si hubiéramos facturado en condiciones normales un 1,6% más de la facturación anual (dando nosotros el servicio directamente sin subcontratación alguna), hubiéramos empatado. No ha podido ser. Hemos estado cerca del empate pero no lo suficientemente cerca.
Evidentemente todo no ha sido malo o negativo. Este año pasado hemos apostado por la formación, en especial yo, que he completado, y esperemos que satisfactoriamente un Master en Dirección de Empresas en la Universidad del País Vasco.
He de reconocer que ha sido durísimo y que he tenido que posponer actividades propias de mí día a día. Mi producción directa este pasado año decreció cerca del 35%. Lo puedo decir tranquilamente porque, es la verdad. Aun siendo gerente de mí propia empresa soy un consultor más y mi rendimiento se mide por la carga de trabajo que soy capaz de sacar adelante, la cual ha sido suficiente para justificar mi nómina y la parte de los gastos fijos proporcional.
Sin embargo, en lo correspondiente a la gestión de la empresa y a la comercialización de los servicios es donde está mí déficit de aportación, habiendo descuidado las tareas propias de la comercialización.
Este es un mal que nos acecha a la gran mayoría de las PYMEs y Micropymes, donde los miembros de la dirección y normalmente propietarios o propietarias de las empresas o de los negocios somos un productor más y no nos dedicamos a la gestión. En priorizado el servicio a la gestión. Lo cual estoy reconduciendo, incluso, habiéndome centrado en tareas de gestión antes de cerrar el año 2019.
2019 ha sido el año de las grandes empresas e instituciones. Por motivos de confidencialidad no puedo revelar los nuevos clientes con los que hemos trabajado este año. Si puedo anticiparos que los tenemos muy presentes en nuestros hogares y empresas. Pertenecen entre otros al sector eléctrico, a la fabricación de electrodomésticos, a la fundición de aluminio o incluso ligados a las fuerzas armadas del estado. No son nuestro cliente objetivo y han contado con nosotros.
Probablemente aquí resida una de las áreas a mejorar este 2020. Con la complejidad de los trabajos a realizar y los buenos resultados obtenidos hemos aplicado las tarifas de nuestros clientes objetivo (PYMES y Micropymes), y esto ha sido un error. Como se suele decir: “nos hemos pillado los dedos”.
Porque la dedicación por nuestra parte ha sido mayor de la prevista y no ha repercutido en nuestra cuenta de resultados. En resumen, creo que hemos sido muy baratos e hipotecado demasiados recursos, siendo muy poco rentables internamente y si muy eficaces para nuestros clientes.
Ahora bien, nos podéis felicitar porque tiene un mérito enorme trabajar con las empresas e instituciones con las que lo hemos hecho y con las que estamos haciéndolo. Veremos si mejoramos los resultados en este sentido.
A la vez que escribo voy reflexionando sobre las actuaciones del 2019, sobre aquellas cuestiones que han tenido una impacto adverso y otras que impactado favorablemente. Lo mejor vuelve a ser lo bien rodeados que estamos y la suerte de contar con empresas que siguen apostando por nosotros siendo referentes en sus sectores. Pe: curvado del metal, comercialización de herrajes para carpintería, atención a personas mayores, atención a personas con discapacidad, turismo…y con ellos afrontamos con optimismo un complicado 2020, porque 2020 va a ser un año complicado.
Hemos sobrevivido en 2019 gracias al buen hacer de los anteriores 4 años y a lo realizado este último año. Hemos cerrado el ejercicio sin deber un solo € a ninguna parte interesada (pe: personal, proveedores, Hacienda, Seguridad Social…) y habiendo cumplido con todas nuestras obligaciones sociales y tributarias.
Hemos ayudado a crear empleo en nuestros clientes y hemos colaborado a incorporar personas que desempeñen el trabajo con rigor y compromiso. Lo cual no sirve para compensar la pérdida de un puesto en Ifkonsulting y si para visualizar la importancia de las empresas de consultoría. Estamos ahí para ayudar a resolver los retos que nos propongamos.
También puedo afirmar, que no he conocido un año más sencillo que el anterior….siempre hay algo que mejorar, algo por lo que saltar al vacío, algo por lo que agarrarse a un clavo ardiendo, algo que hay que conservar y mantener con cariño….en resumen, este año tengo que lograr crear al menos un puesto de trabajo, volver a poner en positivo los resultados económicos de Ifkonsulting y sobretodo a no descuidar la parte comercial.
Y antes de terminar, y quienes me conocen saben lo futbolero que soy y lo que me apasiona el Athletic Club de Bilbao, voy a recoger una cita de Bielsa tras perder dos finales en el año 2012 que me inspira y motiva desde entonces:
“Téngalo claro. Hacía falta como les dije ayer: en vez de tener miedo a perder jugar para ganar. No jugamos para ganar, no jugamos para ganar ayer y no jugamos para ganar con el Atlético. Porque para jugar, para ganar, muchachos, hay que hacer lo que uno planeó que había que hacer, creyendo que eso te iba a permitir el triunfo. Y nosotros no hicimos eso”.
He hipotecado parte de mi día a día formándome para ser mejor profesional durante más de un año completando uno de los master más exigentes que hay en el mercado para directivos y directivas, creyendo que con ello voy a lograr un Ifkonsulting más competitivo, sólido y con mejores servicios que ofrecer. Este sacrificio, de seguro va atraer sus frutos.
Y antes de terminar el análisis del balance de 2019 solo puedo disculparme por no haber alcanzado los objetivos de 2019 y agradecer a mis compañer@s su paciencia, dedicación y compromiso pasado, presente y futuro.
En Bilbao, a 20 de enero de 2020,