Simplemente, déjate llevar
Hoy hablaremos de Portugalete, una villa encantadora a la margen izquierda del Nervión, privilegiada por poseer dos Patrimonios de la Humanidad en su paisaje distinguidos por la UNESCO.
Portugalete comenzó siendo un pueblo marinero que tras ser fundado en 1332 con el título de “Villa” y ser otorgado de una serie de privilegios comerciales y de transporte de mercancías, fue desarrollándose económicamente. En el s.XIX debido a la industrialización, la villa volvió a adquirir relevancia gracias a la llegada del ferrocarril Bilbao-Portugalete en 1888. Su ubicación costera, unida a su playa y balneario, motivó a la nueva burguesía a establecer en Portugalete su residencia de verano, construyendo palacetes al borde de la ría y sobre la costa.
Tanto el Puente Colgante como la ruta norte del Camino de Santiago son sus dos principales atractivos que abanderan la oferta turística y patrimonial que ofrece Portugalete, evidentemente, no son los únicos ya que están acompañados de la Basílica de Santa María, la Torre Salazar, el conjunto del Casco Viejo y su paseo marítimo entre otros.
Pese a estas grandes distinciones, se trata de un municipio tranquilo en el que se conservan bares y tabernas típicas, así como pequeños locales de barrio en cuyas calles y paseos conviven habitantes y turistas que disfrutan del paisaje y de la arquitectura. Se trata sin duda, de un destino altamente recomendado para visitar.